Siempre había deseado conocer Nueva York, me imaginaba la Estatua de la Libertad imponente, el sonido abrumador del metro más importante de Estados Unidos, perdiéndome en Central Park y siendo parte de su reconocido movimiento de “street food”.

En más de alguna ocasión, había comenzado a ahorrar para poder conocer a la que (estaba segura) se convertiría en mi ciudad favorita. Pero siempre surgen cosas más urgentes y todo se va posponiendo.

Como suelo hacer, estaba navegando en distintos portales que publican las mejores ofertas para vuelos y viajes, había hecho de esta actividad básicamente un hobbie y un día la oportunidad que había estado buscando apareció, encontré un vuelo en VivaAerobus que tenía un precio bastante atractivo y en unas fechas que resultaban ideales para ahorrar lo suficiente.

Si compraba el vuelo sería el gancho perfecto para poder organizar mis vacaciones soñadas, el problema fue cuando me di cuenta que mi tarjeta no tenía crédito suficiente, seguí el proceso de compra casi como esperando que algún cargo adicional obligatorio me quitará la impresión de que estaba ante una promoción ideal para mí, no pasó, pero sí descubrí una opción de pago que sonaba muy interesante: Kueski Pay.

El botón que me llamó la atención al final de la página ofrecía pagar el boleto por mí y me daba la opción de elegir un plazo (según mi monto total) de 3, 4, 6, 9 y hasta 12 meses para que yo se los pagará con una tasa de interés muy accesible, justo lo que necesitaba para no perder mi oportunidad de conocer Nueva York.

Al dar clic en el ícono con una plantita en crecimiento, una nueva página me mostró un formulario que resultó muy intuitivo, fácil y rápido de llenar, en cuestión de minutos mi crédito estaba aprobado, mi vuelo reservado con VivaAerobus y había hecho un nuevo amigo: Kueski Pay.

Así se siente viajar a La Paz

Pasaron los días, liquidé mi boleto antes de tiempo sin penalización, comencé a organizar mi viaje y cuando menos me di cuenta, ya estaba en el aeropuerto lista para abordar. Estaba emocionada y muy tranquila, pues aunque fue algo que básicamente no estaba planeado, me sentía lista para disfrutar y sin preocupaciones gracias a que el gasto más fuerte, que era el vuelo, ya había quedado cubierto.

Me di cuenta que esta nueva opción para pagar en VivaAerobus me daría la oportunidad de conocer nuevos lugares y al mismo tiempo me ayudaría a mejorar mi comportamiento de compra, podía ser aventurera y organizada al mismo tiempo.

El viaje fue una de las mejores experiencias que he tenido.

Nueva York no deja indiferente a nadie, es una y varias ciudades a la vez, llena de tantos contrastes que termina envolviéndote, pero no en el sentido abrumador, sino como un artista ávido de inspiración, mientras caminas por sus calles o paseas por sus parques no encuentras a nadie que no haya quedado sorprendido por su arquitectura, si pudiera, como muchos de sus visitantes, nombraría a esta ciudad capital del mundo, el tráfico y la enorme cantidad de gente que siempre habrá a tu alrededor, incluso a altas horas de la noche, te harán sentir siempre acompañado y al mismo tiempo libre porque nadie va a mirarte raro, esa es una de las más puras experiencias que ofrece la ciudad.

Desde que regresé hay una pregunta que viene una y otra vez a mi mente: ¿Cuál será mi siguiente destino?

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