Muchos se preguntarán, ¿cuál es la diferencia entre ahorrar e invertir? Empecemos por la palabra “ahorrar”. Esta palabra tiene distintas connotaciones en el mundo de las finanzas. Puede ser algo tan sencillo como dejar de gastar en ciertas cosas para tener más dinero disponible y después dedicarlo a otras cosas. O puede significar un instrumento financiero como “ahorrar a largo plazo” o tener un fondo de ahorro. Por otro lado, invertir lleva el dinero al siguiente nivel, uno en donde el riesgo es la clave para poder hacer crecer tu dinero. Por “riesgo” no se debe entender miedo o peligro, si no factores económicos cambiantes y que aprovechados de la mejor manera, pueden hacer crecer tu patrimonio. En este post encontrarás a detalle la diferencia entre ahorrar e invertir.

¿Cuál es la Diferencia entre Ahorrar e Invertir?

La Condusef define el ahorro como:

“Cantidad de dinero, usualmente llamada capital, guardado para un uso posterior. Como se busca conservar un capital se desea que la forma en que se guarda (colchón, alcancía, banco, …) no tenga riesgo.”

y define inversión como:

“Cantidad de dinero que en lugar de sólo guardarla se busca incrementarla, es decir que valga más que el capital original. Para poder lograr este incremento el dinero se deposita con mayor riesgo que cuando solamente se ahorra.”

Fija Objetivos para decidir si debes ahorrar o invertir

Es importante fijar un objetivo antes de decidir ahorrar o invertir. Estos son algunos ejemplos de objetivos que se pueden lograr con cada una de estas acciones:

  • Reunir un monto específico de dinero para después invertirlo en otra cosa o comprar un bien (autos, viajes, casas, etc)
  • Apartar cierto porcentaje de tu ingreso mensual simplemente por ser una buena práctica financiera
  • Mantener el poder adquisitivo de tu dinero al paso del tiempo

En estos tres casos, lo que necesitas es ahorrar. Ahora bien hay diferentes maneras de ahorrar. Así como se incluye en la definición de la Condusef, que un individuo puede acumular dinero y guardarlo en una alcancía o “colchón”, esta manera de ahorrar tiene un grave detalle: con el paso del tiempo, el poder adquisitivo de ese dinero irá disminuyendo por factores como la inflación principalmente. Es por eso que los bancos e instituciones financieras promueven el ahorro en cuentas en donde tu dinero pueda generar intereses pequeños que al menos estén a la par con el aumento de la inflación al paso del tiempo.

Para ilustrar este caso, trata de pensar cuánto costaba comprar un boleto para ir al cine hace 2 años y compáralo con los precios de hoy. Los precios suben para adquirir bienes y servicios debido a la inflación. Un billete de denominación de 100 pesos puede comprar menos cosas hoy que pudo haber comprado hace 2, 5 ó 10 años. Para evitar esta pérdida en el poder adquisitivo, existen fondos de ahorro o instrumentos de ahorro como:

  • CETEs: Estos instrumentos financieros son Certificados de Tesorería que emite el gobierno mexicano. Los puedes adquirir en línea e ir ahorrando recurrentemente.  El slogan es “Ahorro Seguro y a tu Medida”. Los CETEs dan a cambio de tu compra un interés constante de crecimiento sin riesgo a perder tu dinero. La tasa de crecimiento según el sitio va desde el 2.9% al 3.2% dependiendo del plazo que hayas elegido.
  • Seguros en UDIs. Unidades de Inversión por sus siglas son un concepto que están impulsando las autoridades financieras de nuestro país para que no perdamos nuestro poder adquisitivo con el paso del tiempo. Según el Universal, la UDI es una manera de conservar el valor presente de tu dinero sin que esté sufra pérdida nominal o de valor real. En pocas palabras, que tu dinero no compre menos cosas con el paso del tiempo.
  • Cuentas tradicionales de ahorro. Las cuentas tradicionales de ahorro emitidas por instituciones bancarias son un uso práctico de ahorro. Cada banco tiene sus propias reglas y tasas de interés. Te recomendamos revisar varias opciones para ver cuál es el tipo de cuenta de ahorro que más te conviene.
Foto por Ken Teegardin en Flickr CC
Foto por Ken Teegardin en Flickr CC

Ahora bien, si tus objetivos son similares a los siguientes:

  • Tener un negocio propio
  • Crecer tu negocio o nivel socioeconómico
  • Tener ingresos pasivos

entonces lo que debes hacer es invertir. Invertir conlleva destinar una cantidad de tu capital con el propósito de que éste crezca con el paso del tiempo. Esto también quiere decir que para poder crecer, tu inversión conllevará un grado de riesgo. Aquí es justo donde la gente empieza a dudar, por la palabra “riesgo”. Sin embargo, como mencionamos arriba, riesgo no es sinónimo de peligro o miedo, si no de una combinación de factores económicos que constantemente cambian. Al darse estos cambios es que se asigna un valor a tu inversión. Este valor puede subir o puede bajar. Como inversionista, tu misión es entender el mercado o ser guiado por un experto para tomar buenas decisiones y que entonces tu capital crezca con el tiempo. Puedes tomar acciones como:

  • Invertir en una idea de negocio. Puede que sea una inversión en tu propio negocio o en el de alguien más. ¿Haz escuchado sobre ángeles inversionistas? Estos son personas que invierten su dinero en empresas que dan alto valor. Un ejemplo de esto es Angel Ventures México. Como emprendedor puedes recibir fondos, o como inversionista puedes aplicar para que tu dinero tenga un retorno al invertirse en una idea de negocio.
  • Fondos de Inversión. Instituciones como Actinver ofrecen guía de expertos para que inviertas en fondos de inversión. Estos fondos son una colección de varias acciones, commodities, divisas y más en donde el riesgo se reduce al diversificar tus opciones de inversión. Puedes aprender más de esto en uno de nuestros blog posts anteriores aquí.
  • Compra de divisas y/o commodities. La compra y venta de dólares americanos es uno de los ejemplos más tradicionales. También se puede comprar oro, plata, petróleo y más.
  • Bolsa Mexicana de Valores. Encuentra empresas públicas cuyas acciones puedes comprar y vender según su valor.

Ambas opciones, ahorrar e invertir, no son mutuamente excluyentes. Es decir, puedes hacer ambas al mismo tiempo. Incluso, puedes ahorrar hasta llegar a un monto en específico y después invertir ese monto para hacerlo más grande. Ahora que ya sabes la diferencia entre ahorrar e invertir ¿qué piensas hacer con tu futuro financiero?

 


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