Cuando estás emprendiendo o tienes un proyecto en puerta, no sólo estás invirtiendo dinero, si no también conocimiento, tiempo, esfuerzo y otros recursos. Los costos hundidos son aquellos gastos que independientemente de que haya frutos o no en el proyecto, ya no se van a recuperar. Por eso, cuando llegan esos momentos, es un dilema si continuar o no. En este artículo te decimos cómo puedes tomar la mejor decisión para tu situación.
Costos hundidos: decide entre perseverar e interrumpir el proyecto
Imagina que estás llevando el proyecto que tanto habías esperado, uno que te había emocionado pensar que se podía hacer y finalmente pudiste conseguir los recursos para sacarlo adelante. Han pasado varios meses y todavía no ves los frutos de tu esfuerzo. En ese momento te sentirás como el joven de la foto: estás en un momento decisivo y no sabes si la mejor decisión es perseverar o interrumpir el camino para no seguir acumulando pérdidas. Ciertamente es una decisión difícil pero no imposible. Sigue estos pasos para llegar a una decisión definitiva:
Evalúa lo que has invertido
¿Cuánto tiempo, dinero y esfuerzo has invertido en este proyecto? Si son pocas semanas o meses y poco dinero, quizá todavía sea muy temprano para tomar una decisión. Si es demasiado, entonces sigue con esta lista de indicaciones.
Evalúa lo que ganarías si el proyecto da frutos: ¿es más de lo que has invertido?
Si sigues adelante y el proyecto empieza a generar frutos, ¿en cuánto tiempo recuperarías lo que has invertido? Es normal que al inicio de cualquier negocio o proyecto haya pérdidas, el chiste es que con el tiempo se recupere esa inversión. Evalúa en cuánto tiempo se lograría y si tienes suficientes recursos para “aguantar” hasta entonces. Si necesitas un empujoncito extra para lograrlo, siempre puedes pedir préstamos personales.
Evalúa posibilidades para “pivotear” en vez de interrumpir el proyecto
Tal vez la respuesta no es interrumpir ni perseverar, si no cambiar el ángulo o la perspectiva de tu proyecto. Por ejemplo, si tu idea de negocio resulta no ser de valor para tus clientes, encuentra entonces lo que realmente les serviría a ellos y por lo cual estarían dispuestos a pagar. En ese momento podrías estar cambiando algo tan sencillo como materiales, detalles o un cambio radical, como hacer un producto totalmente distinto. El chiste es tratar de recuperar esa inversión y dirigirla hacia algo que si remunere tus esfuerzos.
Reflexiona sobre los aprendizajes que te dejó este proyecto
Si ninguno de los puntos anteriores es viable, entonces es momento de recortar tus pérdidas e interrumpir el proyecto. Continuar sólo significa consumir más recursos y aumentar pérdidas. Además, es muy importante que no te decepciones por esta falla. Reflexiona sobre los aprendizajes que has obtenido, para que cuando sea el tiempo indicado, no cometas los mismos errores y el proyecto pueda salir adelante con más facilidad.
Recuerda, es importante saber aprender de éxitos y fallas. Esperamos que estos tips te puedan ayudar a evaluar mejor tus proyectos.
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